Mis fotos de Yemen

ALLA DONDE ESTES...BATIENDO LOS ESTOMAGOS DE LA GENTE ENTRE LAS PIEDRAS DEL DESIERTO.......NUNCA TE OLVIDARE

31/7/09

TERCER DIA: MAREB

Salimos temprano del Hotel de Sana' a con nuestros equipajes, no volveríamos hasta el ultimo dia de circuito, de ahora en adelante dormiríamos cada dia en un sitio y llevaríamos casi siempre escolta militar. Nuestro grupo: Jaime, Elena, Carmen y yo, ya teniamos un poco mas de confianza con Alí, aunque era un muchacho que Ie costaba mucho arrancar sobre todo por las mañanas, habia que sacarle a gancho el "good-mornig". Antes de salir el guia comentó que iría en el primer coche y cada día iríamos rotando para estar todos con él de esta manera podria explicarnos cosas a todos durante el viaje.

Al poco tiempo de salir de Sana' a nos encontramos un control militar bastante grande, nos hicieron parar a la derecha, habia una fila inmensa de toyotas y muchisimos soldados pero con distintos uniformes, algunos de verde, otros de estampado, otros de azul, otros de marr6n .... daban voces y se reian no se parecían en nada a la seriedad militar española, alli todo era informal la ropa, el comportamiento, la manera de caminar, el mascado de qat continuo, algunos hasta iban cogidos de la mano, y se gastaban bromas los unos a los otros continuamente por todo ello no teniamos ningún miedo a pesar de las armas. Fueron mirando coche por coche inc1uso los maleteros, metian la cabeza por las ventanillas y nos miraban a la cara uno por uno. Nuestro coche era el ultimo, yo traia el pelo recogido en una gorra iba atras sentada entre Carmen y Elena, de copiloto iba Jaime, dos soldados se me quedaron mirando fijamente muy serios y uno Ie dijo al otro algo en el oido, luego llamaron a un tercero que parecía superior, me preguntó si hablaba frances, Ie dije que si, me preguntó mi nombre y de donde era, hasta que dijo que me parecía a Diana entonces comenzamos todos a reirnos pensando, que era algo absurdo ya que ni mi pelo, ni mis ojos ni nada de nada se parecía a Diana. Yo Ie conteste: -yo no Diana, yo Victoria

El militar me dijo: -tu est tres belle. Yo contesté: -merci beaucoup. Poco a poco el coche de Ali se encontraba rodeado de gente, todos venian a conocer el motivo de la demora, se habia corrido la voz y todos querian ver a Diana, inc1uso nuestros propios conductores. El primero que llego fue Mohamed el del primer coche, metió su cabeza como todos y cuando me vió comenzó a sonreir, tenia una sonrisa muy bella, y los ojos verdes, no dijo nada solo sonrió ..... . Cuando terminó el cachondeo nos metieron dos soldados de escolta repartidos en los coches. Era un largo viaje, fuimos charlando con Ali, Ie preguntée cuantos años tenia, me contestó que mas 0 menos treinta y uno, no l0 sabía fijo , no tenía ningún papel y cuando el nació no habia censo, inc1uso ahora mucha gente no estaba metida.

En el camino de Mareb, capital del Reina de Saba, cuya reina Belkis aparece citada en la biblia y en el Coran por sus amores con el rey Salomón, vamos viendo tribus nomadas. A la carretera salen montones de niños con fruta y cesteria pero no paramos, por los bordes de la carretera caminan mujeres con vestidos de un colorido impresionante, algunos ancianos sentados sobre las piedras, bajo el sol achicharrante se entretienen viendo los coches que pasan.

Todo el mundo nos dice adios y todo el mundo sonríe; entonces pienso: - Me encanta Yemen Es como si te sintieras importante cuando la gente te acepta y te quiere. Conocen los toyotas a leguas y saben que ahí van los turistas. A veces vemos grupos de gente parados en la carretera, familias enteras cargadas de trastos que hacen auto stop ya que en la mayoria de las zonas no hay medios de transporte entonces salen a la carretera y quien les coja se gana cuatrocientos reales, es un auto stop a l0 taxi particular y allá van todos como sardinas en lata con el inmenso calor.

La carretera esta sembrada de controles militares. Sobre las lomas se pueden ver los campamentos de algunas de estas tribus con sus tiendas de acampada protegidas tras un toyota, en cuya caja permanece montada una gran ametralladora. Nos vamos acercando al Reino de Saba, contemplamos sus ruinas, el Templo del Sol, el de La Luna, siempre .... por remoto que sea el lugar donde nos encontramos, alli aparecen niños dispuestos a sura y a kalan . A continuacian visitamos la gigantesca presa de Mareb

construida gracias al trafico de oro, incienso, mirra, especias, seda y otras materias valiosas, la presa de Mareb irrigaba el valle y l0 convertía en un vergel considerado la octava maravilla del mundo antiguo. El muro de la presa tenia seiscientos ochenta metros de largo, dieciseis de alto y sesenta de alto, aún se conservan sus restos entre cañaverales donde anidan los patos.

Nos acercamos a Mareb, la antigua ciudad de Mareb, la vieja capital del Reino de Saba inconfundible por sus rascacielos medievales, ciudad que queda abandonada en el siglo V al reventar la presa. En las alucinantes ruinas de estas altas casa aún viven algunas familias, sin luz, ni agua ni otras muchas cosas. Los numerosos niños juegan descalzos y felices entre piedras y arena y su monotonia se rompe con la llegada de algún viajero a la llegada del camión del agua. Cuando entre en aquella ciudad me parecía estar dentro de un cuento, se oian voces de niños que cantaban y no veíamos por ningún lado, hasta que miramos arriba y en una de las altisimas casas de piedra, tras la mosquitera de la ventana un niño cantaba para nosotros agarrado a una especie de rejas. Pronto nos rodearon ... pasamos unos momentos dentro de un cuento de hadas ............... en un paraje simbólico y paradisiaco donde los niños parecían duendecillos. Uno de ellos me pidió unos pendientes para su mamá, me resultó curioso porque no pidió nada para él, por supuesto se los di, y se marchó corriendo, gritando: -Mamaaaaa. Creo que este fué uno de los lugares que mas me impresionó. De regreso al hotel pasamos por la ciudad de Mareb, la habitable, para comprar víveres ya que al día siguiente nos íbamos al desierto, casi caía la noche, el polvo del ambiente era inmenso se metía por nuestras narices ahogandonos, había numerosos puestos de fruta en la calle. Uvas, platanos, naranjas ... todo lleno de polvo hasta arriba y moscas muchísimas moscas sobre todo en las uvas, l0 que mas compramos fueron naranjas porque podíamos pelarlas. Todo el mundo en este pueblo caminaba con su arma al hombro, era casi de noche, tropezabamos unos con otros ya que la iluminación que había era la que salía de las tiendas, por tanto escasa. Daba la impresión de que estabamos perdidos en una película de guerra. A Jaime aún Ie quedaba humor para el regateo y se compró unos pañuelos, al día siguiente iríamos al desierto y los necesitariamos para taparnos la nariz. Cuando llegamos al hotel, uno de los conductares llamado Mohamed (ya que habia dos con el mismo nombre) se me acercó sonriendo, traia un pañuelo muy bonito siempre combinando los calores con la falda o mejor dicho la futa. Jaime l0 llamaba "el pleybi" porque decía que era el mas modernillo, siempre iba a la ultima con sus gafas de sol, sus pañuelos de colores, se cambiaba mucho de modelo y se interesaba por las cosas europeas. En el hotel Ie pregunte donde podía comprar un pañuelo como el suyo para el desierto, y el me contestó: -yo tengo uno para ti De todos modos me fui a la tienda del hotel y me compre uno.

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