Mis fotos de Yemen

ALLA DONDE ESTES...BATIENDO LOS ESTOMAGOS DE LA GENTE ENTRE LAS PIEDRAS DEL DESIERTO.......NUNCA TE OLVIDARE

23/12/09

LA DESPEDIDA

Nos levantamos a las siete de la mañana para despedirnos del resto del grupo que se iba a Vadi Dhahr ya que cuando regresaran nosotros ya estaríamos volando, nos intercambiamos direcciones en el comedor y mientras tanto llegaron los toyotas de Mohamed y Alí que eran quienes los llevarían. Mohamed entró directo a mi con cara sonriente y un papel en la mano de una factura de la comida del dia anterior donde llevaba anotada su dirección para dármela, y me dijo que había esta intentando llamarme pero no sabia mi numero de habitación, había dormido, había descansado y se había recuperado, pero a mi me habia dado la noche con aquellos morros. Me dijo: -No estoy enfadado, estoy triste. Entonces me dió la mano para despedirse, y yo Ie dí un beso, luego Ie dí otro beso a Alí, había mucha gente alrededor pero era como si no les importara, creo que por un momento se olvidaron de que estaban en Sana'a y de que les miraba la gente .
A Carmen se Ie saltaban las lágrimas con estos momentos, yo me mordí la lengua desde la puerta del hotel, quedamos diciendo adios y ellos miraban por el espejo. Mansour, el guía ni siquiera se despidió. Nos trasladamos al aeropuerto en silencio, observando por ultima vez las maravillosas construcciones de Sana'a que asombraron a los historiadores griegos y romanos hasta el punto de que no querían creer que fuera obra de los hombres y atribuían su construcción a fantasmas. El bullicio de la ciudad, los pitidos constantes de los coches, los puestos del mercado a l0 largo de las calles, el ir y venir de gente, el calor, el abordaje de l0s vendedores de todo en l0s semáforos.
Durante estos veinte kilómetros que hay al aeropuerto ...una pelicula pasa por nuestra mente resumiendo tantas y tantas cosas curiosas que hemos visto y vivido en este pais, como: el tapón de las cervezas que es de rosca, el olor tan fuerte y caracteristico que tiene Sana'a, los vendedores de exprimidores , l0s coches y l0s taxis de verdadero desguace, la forma de conducir, l0s niños de diez años al volante, las mujeres de negro que no enseñan ni los ojos, la bola de qat en el carrillo izquierdo ....tan habitual, la escasa variedad de comida (arroz con pollo y pollo con arroz), el sonido del arrastrar de las sandalias con los pies llenos de polvo, la jambia, las distintas formas de colocar el pañuel0, la piel oscura y envejecida de los rostros, el desierto en toyota escuchando a Ketama , las montañas, la gente sentada al lado de la carretera, los saludos con la mano, los collares de flores, el no saber la edad, el no saber leer ni escribir, la alegría de los niños, los pies descalzos, la inmensa vida de los zocos, la amabilidad de la gente por todas partes y la sonrisa, sobre todo la sonrisa que es el mejor idioma, el mejor ofrecimiento, cualquiera que fuera el punto de Yemen donde nos encontraramos...mayores y niños nos ofrecían su sonrisa y todo l0que hiciera falta, una sonrisa llena de honor, de hospitalidad y de cariño.
Cuando despegaba el avión, apartando nuestras lágrimas y mirando por la ventanilla hacia abajo, buscabamos entre las montañas los cinco toyotas que tantos momentos buenos nos habían regalado y que tanto nos habían acompañado durante los quince días, seguro que andarían cerca del Vadi Dhahr batiendo los estomagos de la gente entre las piedras. Nosotros mientras tanto cada vez mas cerca de las nubes pensabamos que un poquito de nuestro corazón se quedaba para siempre en Yemen. A medida que nos alejamos aunque es pleno día tengo la sensación de que el sol se esconde fulgurante tras las montañas y rápidamente anochece en todo el Yemen.
Oscurece en Thula, tendida bajo la fartaleza que corona su roquedo, inconquistada por los turcos, con su gran mezquita y sus viejas murallas. Oscurece en Taiz a los pies del bellisimo Djebel Sabir en sus viejas mezquitas y en la ciudadela de Al Qahira. Oscurece en Mareb, la antigua capital del Reina de Saba, donde ahora brota petroleo. Oscurece en el puerto de Al Hudaydah, donde hoy viernes se ha celebrado quizas el mas bullicioso mercado del pais. Oscurece en Zabid, la cuna del algebra, arropada por una de las mas antiguas mezquitas. Oscurece en Sadah, donde sus murallas y casas de adobe con adornos curvos parecen cobrar vida con las sombras. Oscurece en Al Mukka, el puerto de donde salían los barcos turcos, ingleses, franceses y holandeses cargados de sacos de cafe después de que el imperio otomano divulgara en Europa las excelencias de su infusion. Oscurece en Shibam, "El Manhattan del desierto" protegida de las esporádicas inundaciones con una muralla increiblemente perfecta. Oscurece en Adén con su puerto y su industria asentados en viejos volcanes.Oscurece en el palacio Dar al-Hajar a pesar de que se yergue impertérrito sobre una roca. Oscurece en Jiblah como un pesebre anclado en el preterito. Oscurece en Manakha, colgada allá en las faldas del Djebel Harraz, y oscurece en sus terrazas talladas en la tierra y en la roca. Oscurece en At Tuwilah, nido de águilas a casi tres mil metros de altitud, donde las casas se confunden ahora con las rocas. Oscurece en Al Mahwit, en Zacatyn, en el vertiginoso puente de Shoharah, en Tarim ya es de noche en todo el Yemen.
بيكتوريا 1997
Fin del último capítulo