DÍA NUEVE: SALIDA DE ADEN PARA TAIZ

No sentimos ninguna pena al separarnos de Adén pues es una ciudad actual que no tiene nada que ver con el Yemen que hemos recorrido todos estos días y además nos traerá no muy buenos recuerdos a todos. Hoy es uno de los días de mas calor, hasta ahora nunca había visto en todo l0 que llevamos de viaje las camisetas de la gente empapadas l0 mismo chicos que chicas y las frentes despidiendo gotas enormes de sudor; todo ello ya a las ocho de la mañana, se nos hacía cuesta arriba el día pensando en ello.

Lo primero que hicimos fue visitar el museo de Adén, yo apenas entré era tal el bajón que tenía por el calor que me senté en el suelo en una piedra a la entrada, una piedra que yo creía que estaba fria. Kamal salió del coche y se puso a dibujar en un papel apoyando su espalda en una columna, de vez en cuando me miraba y se reía, yo no sabía porqué, hasta que me dí cuenta de que me estaba haciendo un retrato, cuando terminó Ie pedí que me l0 mostrara, casi me muero de risa era como un dibujo de esos que hacen los niños en la escuela. Luego me dibujó a su novia Ivana con la que iba a casarse dentro de dos meses, y al lado puso el nombre, Ivana.

El resto de los muchachos paseaban y algunos estaban sentados en el coche refugiandose del sol. EI grupo salió pronto del museo y una de las cuidadoras una mujer muy guapa vestida de negro, mas bien gordita y con la cara destapada salió detras de Pepe y Ie dijo al guía que Ie gustaba, entonces Pepe aprovechando la ocasión quiso hacer una foto con ella pero se negó decía que luego podía salir en las revistas ó en la tele y que ella no quería ser famosa.

Después bajamos al mercado: Mohamed ayudó a Carmen a encontrar pegamento para sus botas rotas ,siempre estaba pendiente de l0 que necesitabamos. Yo me fuí a un puesto de limonada y me tomé una bien fria y bien rica por cien reales, mientras estaba allí parada bebiendomela, llegó un yemenita y pidió otra, entonces observé como a el Ie cobraban la mitad que a mi y me enfadé, les dije (en ingles): - Muy bonito a mi me cobran el doble que a él, pues eso esta muy mal hecho. Entonces ellos quisieron devolverme el dinero, pero no l0 quise y me fuí enfadada. Había unos puestos con collares de flores naturales preciosos, parecía un sueño, allí los hacían sobre la marcha. Luego me fuí con Sonia al mercado del qat: dentro de unos portones había un mundo de puestos de madera llenos de qat por todas partes, en aquel lugar eramos las únicas feminas y como es de suponer se armó la revolución: comenzamos a hacer fotos por todas partes y como siempre todo el mundo se apuntaba, cada vez que nos acercabamos a un puesto los de al lado venían y se apuntaban a la foto, unos se llamaban a otros. De repente se nos ocurrió comprar qat y comenzamos a regatear por un manojillo que ya nos l0 dejaban en doscientos reales, el abuelete no quería rebajarlo tanto pero los demás que estaban alrededor l0 animaban a que nos diera a buen precio, no l0 queriamos para nada pero era por la cosa del regateo. Ya estabamos casi sacando el dinero cuando llega un tipo con un bloc en una mano y aspecto de pocos amigos, delgado, alto y con bigote; cogió el manojo de qat me l0 dió en la mano y dijo que nos l0 regalaba pero que nos fueramos de alli inmediatamente Ie estabamos deshaciendo el mercado, la verdad solo les ofrecimos un rato de diversión, estoy segura de que aquellos momentos fueron felices para ellos.

No tuvimos otra opción así que nos fuimos.

El guia nos llevó a comer a una playa privada en la que había que pagar la entrada, dentro solo estabamos nosotros, había un montón de sombrillas en un mirador donde nos refugiamos, el agua estaba sucia creo que solo se bañaron dos ó tres personas pero no estuvo mal porque estuvimos un rato relajados tomando unas cervecitas. Mas alla en otra mesa se colocaron los conductores y el guía, bien aparte como si fueran otra clase social como si no estuviera bien que todos alternaramos juntos.

Dentro había un restaurante muy lujoso con aire acondicionado donde comimos. Alli estuvimos dos ó tres horas para continuar ruta hacia Taiz. Ellman Ahmed la hizo capital del pais en 1948 y en ella residió hasta la Revolución de 1962 que acabó con su vida. Su hermoso palacio se conserva intacto mostrando como vivia un tirano medieval en pleno siglo XX.

Junto a los regalos de la Reina de Inglaterra y de las potencias europeas se exhiben fotografias de las ejecuciones de sus enemigos politicos. El tirano desapareció pero todavía se celebran ejecuciones publicas. La ciudad fue capital en el siglo XIII, con los lasulidas y hoy mantiene su primacia económica. Las modernas mansiones de los ricos comerciantes estan en el monte Sabir donde aún se puede ver el castillo Al Aahira en el que vivian anteriores imanes contemplando la ciudad a sus pies. Los minaretes y las mezquitas se aprietan en el casco antiguo ocupado por uno de los zocos mas activos del pais, con tiendas repletas de antiguedades, bellisimas alfombras y tapices de la Tihama, joyas de plata y ricas artesanías. Todo evoca el ambiente de la ciudad cuando en ella residía la corte de un sultanato del que formaban parte Oman e inc1uso La Meca. Taiz es la puerta del Yemen montañoso y enlace con Aden.

Llegamos a Taiz a media tarde, la gente se acercó al mercado con la ilusión de hacer compras en plan de souvenirs, pero no habíia nada apetitoso, era como la última esperanza de compras ya que en todo el viaje no se había encontrado nada comprable. Yo ese día estaba en el limite, eso quiere decir que necesitaba dormir así que mientras todos se fueron al mercado yo me quede en el hotel disfrutando de una rica siesta. Después de la cena bajamos todos al hall. Mohamed se acercó y me dijo que me había comprado unas cosas en el mercado que las tenía en su habitación, hacía unos dias en Manakka me había dicho que tenia el cuello demasiado bonito para llevarlo vacío, estas habían sido sus palabras asi que me había comprado un collar de perlas grises casi negras con una mariposa colgando, cuando l0 ví dije: ¡¡Que bonito!! Pero por dentro pensaba: ¿ Como voy a ponerme yo esto? Luego sacó unos pendientes que hacían juego, no eran feos pero pronto me dí cuenta que me harían un daño terrible en las orejas. Me l0 puse todo y se quedó mirándome, entonces yo dije: ¿Amigos? Y el me contestó: -Amigos.

بيكتوريا Fin del capitulo nueve