Mis fotos de Yemen

ALLA DONDE ESTES...BATIENDO LOS ESTOMAGOS DE LA GENTE ENTRE LAS PIEDRAS DEL DESIERTO.......NUNCA TE OLVIDARE

13/11/09

DIA SEIS: DIRECCIÓN MUKALLA

Llego el dia en el que nos correspondia ir en el primer coche con el guia y Mohamed, un dia entero de viaje, por un camino lleno de baches, de piedras grandes, era un camino de puro salto, solitario y duro, como un desierto pero en vez de arena de piedra. De vez en cuando aparecÍa algún pueblo perdido que siempre era precioso con sus casas de piedra , su gente tan sencilla y dispuesta a todo sus imagenes tan únicas, pero perdido y olvidado del mundo. También encontrabamos algún que otro land Rover muy espaciadamente. En los asientos de adelante iba Jaime, el guia y Mohamed El guía ocupaba el lugar central. Atras ibamos nosotras tres (Elena, Carmen y yo) no se respiraba buen ambiente alli dentro cada vez que alguien hacía una pregunta, la respuesta era escueta y concisa y ademas de mala gana, alguien estaba mal agusto y yo sabia quien y porque pero no me parecía justo. En un momento de silencio largo yo dije: -¡Que guía mas soso tenemos ¿verdad? El miróo de medio lado y preguntó como si no l0 hubiese oido con claridad: -¿Que dices? Yo conté: - No nada ...... hablaba con Carmen. Todos nos esperabamos la rotacion como algo agradable en el sentido de la documentación, de la información ... pero no fué así. Yo sabía que Mansour me odiaba porque l0 habia rechazado el primer dia cuando me propuso salir con éel, y ahora su chofer se habia liado conmigo siendo mucho menos que él, eso era una ofensa total, a l0 largo del viaje no me dirigía la palabra, y cuando me miraba yo siempre sabia l0 que pensaba. La verdad es que no había comparacion entre uno y otro. el uno me parecía repelente y el otro pura ternura y sensibilidad .

Como he dicho antes el camino era muy duro, dabamos tantos saltos que nuestras cabezas pegaban en el techo. A mitad de camino un pueblo casi fantasma tenia un bar, eso nunca faltaba aunque solo hubiera tres casas, alli mismo paramos a comer, como siempre la gente yemenita aparece en los lugares mas insospechados. Nuestros conductores ya eran conocidos alli y en todas partes, ellos mismos nos sirvieron la cerveza y nos preguntaron que queriamos para comer, como siempre habia arroz con ..... alla donde quiera que fueramos nos perseguiria el arroz. Precisamente en la mesa de al lado tres ancianos comían una inmensa fuente de arroz amarillo con las manos, esta vez no había pollo sino lata de bonito, creo que me gustó mas, estabamos muertos de hambre, nuestros camareros particulares eran ellos, se metieron en la cocina, nos ponían la mesa, incluso hacían bromas, cantaban , hablaban por unos cuernos como si fuera un micrófono ... etc. nos amenizaban mucho el viaje, por otra parte el guía actuaba como si nos ignorara. Jamás se sentaba en nuestra mesa ni se ocupaba de nosotros a la hora de pedir la comida cuando sabía perfectamente que teniamos problemas con el idioma. Nada mas comer continuamos el camino alli ni siquiera hubo foto aún quedaba mucho trayecto y no podíamos perder tiempo era bonito pero nos resultó monótono porque fueron muchos kilómetros iguales y duros. Uno de los coches se estropeó entonces nos agrupamos todos en los cuatro que quedaban, hubo que hacer algún cambio de posiciones, entonces no se parqué el guía se marchó a otrocoche y se vino un muchacho catalan, como eran dos chicos adelante con Mohamed iban mas apretados entonces yo propuse intercambiarme con uno de ellos, me coloqué en el medio de esta manera quedaba al lado de Mohamed, de repente todo cambió una vez que se fué el guía la tensión generalizada desapareció, incluso Mohamed se reía y hablaba con nosotros, a veces incluso cantabamos. Cuando cayó el sol y se puso-oscuro su mano tocaba mi mano sin que el resto de la gente se enterara, yo miraba sus ojeras, había sido una paliza impresionante ese día .

A las siete de la tarde llegamos a Mukalla, tenía mar nos parecía estar en un lugar totalmente turístico, el hotel estaba a la entrada y era muy bonito estaba lleno de paseos y jardines bordeando las rocas y con todas las farolas encendidas, me parecía super romantico. Cuando llegamos nos recibieron con una limonada, creo que fue la limonada mas rica que tome en mi vida, todos estabamos sudorosos, pegajosos y cansados. Mohamed me esperaba en recepción para decirme que después de la cena tenía una cita con él. A Carmen y a mí nos tocó el segundo piso, el pasillo que conducía a las habitaciones era una terrazq inmensa que daba al mar que alli mismo estaba, al caminar por allí pegaba en la cara un calor humedo y pegajoso . Mukalla esta en el grupo de las ciudades importantes de Yemen por su puerto pesquero. Esa noche dí un paseo alrededor del hotel con Mohamed, no había mucho donde ir, mejor dicho no había nada, nos sentamos en el suelo en una roca mirando al mar pero el se aburria entonces me propuso ir a su habitación porque allí la gente miraba por las ventanas, yo Ie decia : -¡que miren! -Y el me contestaba: -¡Pero es que esto no es España. ! Hice gesto como de enfadarme ante tal proposición, el caso es que el hizo l0 mismo. Al final fuimos a la habitación, me prometía y juraba que solo era para hablar pero que al menos estaríamos tranquilos sin miradas, y yo pensé :

¿Y porqué no?

En cuanto llegamos sacó de la nevera un sprite, me l0 echó en un vaso y el bebió por la botella, a mi me daba la risa porque pensaba, l0 europeizado que estaba eso era algo que ya habia aprendido aunque no supiera leer ni escribir. La mesa que utilizó fue la mesita que habia entre las dos camas, ni siquiera me dijo si pasabamos a la habitación, lo dió por hecho . Nos sentamos al borde de la cama, entonces me besa y a continuación se quita la camiseta, entre él y yo había algo que impedía que nos acercaramos algo muy importante que era la jambia. En ese momento pensé: ¡¡¡ Madre mia!!! que sensación tan extraña, estoy pegandome el morreo con un arabe y entre nosotros hay un puñal, esto es como una pelicula, no parecía realidad, esa era la única experiencia que yo queria tener, saber como me cortejaba y las vueltas que daba para llegar a donde Ie interesaba, cuando decidi irme, él se enfadó y me dijo que si me iba no me acompañaba, yo di un portazo y me fuí. Para regresar a mi habitación tuve que volver a pasar por el control de la entrada del hotel donde habia tres ó cuatro hombres armados que por cierto me miraban fatal y caminaron detras de mi como para hacerme algo, era de noche y no había nadie en la calle, yo recordaba de nuevo l0 que nos había contado el guia sobre los latigazos de las mujeres adulteras.

Cuando llegué a mi cuarto tuve la mala suerte de que Carmen se se había ido un rato con unos amigos y se había llevado la llave y no me quedó mas remedio que esperar a la puerta mirando al mar desde la barandilla, el calor era pegajoso y parecía que daba bofetadas en la cara, ni siquiera tenía donde sentarme.

Cuando me dí cuenta en el extremo del pasillo había otra persona ... era un hombre alto y rubio, vestido de blanco can unos pantalones cortos y una camiseta , no Ie di importancia pues pensé ... --Estará tomando el aire. De pronto comenzó a pasear de un lado a otro y a la tercera vez que paso detras de mí me dijo buenas noches (en ingles) yo Ie contesté y pensé que por fin ya se iba pero se paró mas alIá donde había una columna y comenzó a hacer movimientos extraños . Yo empezaba a ponerme nerviosa: Habia reñido can Mohamed, no tenía la lIave de la habitación, hacía un calor casi de mareo y ahora tenia que aguantar aquel tio haciendome una escenita de calentura. De repente me entraron unas ganas tremendas de un cigarro y no tenía, no pasaba nadie por ningún lado y Carmen no llegaba; pensé en picarle a la puerta a Mohamed pero estaba lejos y además había que pasar de nuevo el control. De repente observé como el tipo este encendía un cigarro a la vez que seguía con sus movimientos, yo sentía que me moría de mono .... miré el reloj ... Carmen no venía, llevaba mas de una hora esperando, y pensé: -No puedo mas ..... voy a pedirle un cigarro, me da igual en las condiciones que este me hare la loca. Me acerqué y Ie pedi un cigarro en ingles" el me contestó en frances, aqui me defendía yo mejor, entonces Ie conte mi historia para que no pensara l0 que no era, Ie dije que mi amiga se habia llevado la lIave de la habitacion y no podía entrar por eso estaba esperando, y además habia terminado el tabaco. Fui sincera pero no se si l0 jorobé mas todavía porque el tipo me propuso ir a su habitación sin conocerme de nada, era el tipico frances grandote, rubiote y salidote que estaba trabajando en Yemen por un mes y no se cormía una rosca l0 cual era normal ya que las mujeres apenas salen de casa y cuando l0 hacen es para ir al mercado y regresar rapidamente, asi que como no ligara con una turista l0 tenia claro.

Me despedí de él dándole las gacias pero insitió hasta el último momento mostrándome su llave con el número de habitación por si cambiaba de parecer. Fumé mi cigarrillo y al cabo de un rato llegó Carmen, después de dos horas y media; yo estaba sentada en el suelo a punto de tirarme de los pelos....pensando:

¡Vaya noche más redonda!!

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Fín del capítulo seis